ASÍ ES
La piel grasa es relativamente fácil de reconocer, con un exceso de brillos en todo el rostro, así como puntos negros, poros dilatados, imperfecciones y, a menudo, acné.
El exceso de grasa en la piel está causada por una producción excesiva de sebo, que está causada por muchos factores, como los genéticos, los hormonales y también los externos, como la contaminación ambiental o el estrés.
LIMPIEZA DIARIA
Una piel sana empieza por una piel limpia, sea el tipo de piel que sea. Una correcta limpieza y de forma regular cada día y cada noche, es el paso imprescindible, siempre utilizando un producto adecuado que limpie la piel grasa en profundidad y regule la secreción sebácea, sin irritarla ni resecarla.
Usa un tónico para hidratar, calmar y tonificar como complemento a la limpieza.
EXFOLIANTE
El uso regular de exfoliantes y mascarillas faciales para una limpieza profunda, que contribuye significativamente a mejorar el aspecto de la piel.
Aplicándolas 1-2 veces por semana, se consigue eliminar las células muertas y el exceso de sebo, reducir la apariencia de los poros y aportarle una acción extra antimicrobiana, revelando un rostro radiante.
HIDRATACIÓN
Ofrece a la piel todas las "herramientas" necesarias para luchar contra los agresores externos y los primeros signos del envejecimiento, y mantenerse sana y radiante.
Existe la percepción equivocada de que el uso de una crema hidratante hace que la piel grasa se vuelva más pesada y aumente la producción de sebo. Sin embargo, una piel deshidratada interpreta la falta de hidratación como una falta de protección, por lo que produce un exceso de sebo.
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