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• ultravioleta A (UVA): afecta principalmente a la dermis, las capas profundas de la piel, con aparición de manchas, hiperpigmentación y melasma, fotoenvejecimiento y puede producir cáncer de piel. Es una radiación constante todo el año, esté nublado o no, y atraviesa los cristales de casa o el coche. En los protectores solares aparece indicada esta protección con un circulito.

• ultravioleta B: aparece en verano en la franja horaria de más sol (por la mañana y a primera hora de la tarde). Afecta más a nivel de la epidermis, la capa más superficial de la piel, y es la que produce las quemaduras. Es muy importante protegerse de la luz ultravioleta B, porque produce fotoenvejecimiento y cáncer de piel. El factor de protección solar es lo que nos protege de este tipo de luz, por ejemplo, factor de protección 50.

• luz azul: es constante todo el año y atraviesa los cristales. Produce manchas en los fototipos altos y fotoenvejecimiento. Este tipo de luz la emiten también los móviles (que llevan un filtro para evitarla), los ordenadores y las televisiones, pero su intensidad es más leve que en el caso del sol.

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A la hora de elegir un buen protector solar, hay que tener en cuenta todos los tipos de luz. Por eso siempre recomendamos los productos de acofar DERM. Si tienes alguna duda de cuál es tu tipo de piel y el producto más adecuado para ti, pregúntanos.